ASUNTOS NAVALES Y TABERNARIOS



martes, 16 de marzo de 2010

PEDRO PINEDA, EL BRIGADIER AL QUE CAPTURÓ NELSON



PUBLICADO EN LA "REVISTA GENERAL DE MARINA" (octubre 2009)

Nelson en persona mandó el grupo de abordaje que capturó al San José, al mando de D. Pedro Pineda, que rindió el barco tras defenderlo valientemente como demuestran sus bajas.
Así narran algunas de las crónicas el episodio final y triste, pero no menos notorio, de un hombre, D. Pedro Pineda y Eraunzeta, que dedicó su vida a la Armada Española, cuando ésta empezaba a declinar tras siglos de esplendor.


SEMBLANZA BIOGRAFICA

Pedro Pineda y Eraunzeta, nace en El Puerto de Santa María el 16 de junio de 1749, hijo de D. Pedro Pineda y Perri y Dña. Josefa Eraunzeta y Díaz de Argandeña.
El 11 de julio de 1797, obtuvo licencia del Rey para casarse con Dña. Maria Soledad de Campos y Silva, con la que tuvo dos hijos, Carlos y Pedro Pineda de Campos.
Sentó plaza como Guardiamarina el 29 de marzo de 1768. Desde que finaliza sus estudios hasta 1771 realiza salidas de corso persiguiendo varios Jabeques moros, apresando a uno de ellos con la escuadra de Don Antonio Barceló. Realiza escolta a Canarias cruzando los cabos de San Vicente y Santa María.
Asciende a Alférez de fragata el 14 de enero de 1771. Desde 1772 a 1773 vuelve a realizar salidas de corso y escolta a varias embarcaciones.
El 28 de abril de 1774 alcanza el grado de Alférez de navío, siendo destinado al departamento de La Habana, recalando posteriormente en Veracruz, Puerto Rico y Santo Domingo. En este período es ascendido a Teniente de fragata el 16 de marzo de 1776 y a Teniente de navío el 23 de mayo de 1778. Regresa a La Habana en 1779 estando declarada la guerra con Gran Bretaña.
El 16 de octubre de 1780 embarca en la fragata Nuestra señora de la O, como ayudante de ordenes del comandante del buque, D. Gabriel de Aristizabal, navegando desde el puerto de La Habana rumbo a Pensacola, formando parte de la expedición organizada por el Gobernador de la Luisiana, D. Bernardo de Gálvez, la escuadra sufre una fuerte tormenta tropical, que les obliga a regresar a puerto.
En marzo de 1781 participa a las órdenes de D. Juan Bautista Bonet en la nueva expedición a Pensacola. Se hallaba en el chambequin Cayman cuando se forzó el puerto, ordenándosele con todas las lanchas a su mando que aparentara un desembarco en un paraje inmediato a la plaza y con la consigna de no hacer fuego, en dicho lugar estaban situadas las tropas indígenas británicas, que le hostigaron, ya que iban a ser atacados por la retaguardia por nuestro ejercito. La maniobra no se pudo ejecutar, por lo que resistieron esta situación hasta que se les ordenó el repliegue. Igualmente comandó una de las lanchas destinadas a apresar varios buques enemigos, que se encontraban bajo la protección del fuerte, logrando su objetivo.
Vuelve a la metrópoli como comandante de una corbeta, con el grado de Capitán de fragata que había obtenido el 4 de agosto de 1781, desembarcando en Cádiz en agosto de 1783.
De nuevo en aguas americanas, con una corbeta a su mando, escolta a varios convoyes comerciales y militares. En agosto de 1788, con la fragata Ntra. Sra. De los Placeres de la Real Compañía de Filipinas, realiza su primera circunnavegación, regresando a Europa en julio de 1791 con el grado de Capitán de navío.
En julio 1793 se le entrega el mando de la fragata Mahonesa y en febrero de 1794 el de la fragata Esmeralda, saliendo al Mediterráneo. En mayo del mismo año embarca en el navío San Julián, de la escuadra de D. Federico Gravina.
El 23 de febrero de 1795 es ascendido a Brigadier. El 25 de marzo como comandante del mismo navío, San Julián, forma parte de la escuadra de D. Juan de Lángara en el puerto de Mahon .
En mayo de 1796 con el navío Paula recala en Barcelona y Cádiz, y en agosto toma el mando del navío Oriente, partiendo para Cartagena en diciembre. En esta población, y en el mismo mes, se le destinan al último y mayor navío de su trayectoria marinera, el San José de 112 cañones.
El 14 de febrero de 1797, formando parte de la escuadra de D. José de Córdova, se enfrenta de nuevo a los ingleses en el combate naval de Cabo de San Vicente donde fue hecho prisionero. De esta manera, a los 47 años, finaliza su vida en el mar al servicio de la Real Armada. Navegó catorce años y tres meses, y teniendo bajo sus ordenes un total de dos corbetas, tres fragatas y cuatro navíos.
Una vez liberado se presentó en Cádiz. El 18 de diciembre de 1801, se le destino a este departamento. El 20 marzo de 1802 se hizo cargo del navío Trinidad, que se encontraba desarmado en puerto, de cuya responsabilidad cesó el 18 noviembre de 1803. El 20 de septiembre de 1804, a los 55 años fallece en Cádiz de muerte natural.
Aún después de su fallecimiento, en un comunicado del 8 de diciembre de 1804, el Teniente General Gravina, manifiesta a su homólogo, Grandallana, que lo considera como uno de los brigadieres más aptos para formar parte de la escuadra que se esta preparando ante la inminente guerra con los británicos. Escuadra que posteriormente combatió en Trafalgar.


SU PARTICIPACION EN EL COMBATE NAVAL DE SAN VICENTE

Sobre este hecho bélico, el más trascendente de su carrera naval, no pretendo analizar, ni aportar nada nuevo, sobre los hechos que acontecieron.
Sin embargo, es mi intención destacar con documentación grafica y escrita su presencia en tan importante como triste episodio de nuestra historia naval.
Durante el combate se encontraba al mando del navío San José, de 112 cañones, donde su primo, el jefe de escuadra, Francisco Javier de Winthuysen y Pineda, tenía su insignia. Como ya es conocido, el San José se encontraba enganchado al San Nicolás, tras una desesperada maniobra defensiva de este ultimo, habiendo recibido ambos las andanadas de varios buques británicos, el Blenhein, Prince George, Culloden y el Captain, éste ultimo al mando del Comodoro Nelson, que protagonizo su famosa maniobra, que cambio el rumbo del combate. Tras rendirse el San Nicolás, Nelson abordó el San José.

Centrándonos en el momento final del abordaje, he contrastado algunas versiones, incluyendo el texto con el que se inicia este artículo y que detallo a continuación:
Whipple describe así el momento: “Cuando Nelson trepaba a la cubierta, un oficial se inclinó por la barandilla y rindió el barco”.
Mientras en el parte de batalla se puede leer: “Los británicos saltaron al navío de tres puentes hasta que se rindió el capitán español”.
Y finalmente, Lloyd nos relata que: “Un oficial español se asomo a la barandilla del alcázar y dijo que se rendían; aceptada la rendición, no tarde en subir al alcázar, donde el oficial español, con una reverencia, me entrego su espada”.

Debemos entender que en la primera de las ilustraciones el oficial que se encuentra en el alcázar pidiendo la rendición, es el comandante del navío D. Pedro Pineda (Detalle 1).

En la segunda y tercera ilustración (detalles 2 y 3) se observa a un oficial entregando la espada en señal de rendición a Nelson, se entiende que es el mismo oficial que rinde el buque (detalle 1), es decir D. Pedro Pineda, junto al cadáver del jefe de escuadra.
Por consiguiente, podemos concluir que relacionando la documentación manejada, en estas tres ilustraciones aparece interpretada la figura del Brigadier Pineda.



BIBLIOGRAFIA

- CALLENDER, Geoffrey, The Naval, Side of British History, Christophers. London, 1928.
- DELGADO BAÑON, Luis, El navío Santísima Trinidad, combate de San Vicente, Aglaya. Cartagena (Murcia), 2006.
- FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo, Armada Española, tomo VIII. Museo Naval. Madrid, 1973.
- FERRER DE COUTO, José, Combate naval de Trafalgar. Imprenta Wenceslao Ayguals. Madrid, 1851.
- FRANCO CASTAÑON, Hermenegildo, Trafalgar, génesis de una selección, en Revista de Historia Naval, nº 8 año III. Madrid, 1958.
- GONZALEZ-ALLER HIERRO, José Ignacio, La campaña de Trafalgar (1804-1805) Corpus documental, tomo I. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004.
- LLOYD, Christopher, Grandes batallas de naves a vela. Moguer. Barcelona, 1972.
- RAMOS ARDÁ, Rodrigo, Los barcos ferrolanos de Nelson, en La Voz de Galicia, 16 de octubre de 2005.
- SÁNCHEZ NÚÑEZ, Pedro, Venturas y desventuras de un marino utrerano: José de Córdoba y Ramos. Diputación Provincial. Sevilla, 2002.
- WHIPPLE, Addison.B.C., Fighting Sail, Time Life Books, 1995.


OTROS DOCUMENTOS

- Hoja de servicio: legajo nº 620/938. Archivo Don Álvaro de Bazán, Viso del Marques, Ciudad Real.
- Real Compañía de Guardias Marinas y Colegio Naval, Volumen II. Instituto Histórico de Marina. Madrid, 1944.
- Carta de Gravina a Greppi. Revista Historia Naval, nº 67. Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 1999.

1 comentario:

  1. Se te olvidó incluir la anécdota más curiosa de aquel hecho:

    Cuando se hundía el barco, el capitán, que era de Bilbao, le dijo al contramaestre...
    - ¡Coja ese pico! ¡rompa la ventanilla y larguémonos de aquí en una barca salvavidas!.
    - Pero, ... mi capitán, aún hay mujeres a bordo.
    - Si hombre, para follar estoy yo ahora.

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